Marcelo Larrea, Presidente de la Federación Nacional de Periodistas, al referirse a la pretensión del Gobierno de convertir a la comunicación como un servicio público, comentó que la primera lesionada es la ciudadanía, porque la comunicación pasa a estar al servicio del gobierno de turno.
Según Larrea, «quienes trataron de instituir a la comunicación como un servicio público fueron los regímenes fascistas, por la obsesión por los medios de comunicación, por la institucionalización del pensamiento único, por suprimir el derecho de la sociedad al escrutinio del ejercicio del poder político».